Changó


Oh, poderoso Changó,
acuérdate que jamás se oyó decir
que ninguno de los que a tí han recurrido,
 ninguno de los que han invocado tu protección
 e implorado tus auxilios haya sido por tí abandonado.
hoy recurro a ti oh!
 poderosa Santa Barbara, Changó
 para pedirte por mi progreso,
 mi suerte, atracción de todas las cosas buenas
 y de lo que por mí sea pedido,

para que me sea dado por la intercepción tuya ante Dios.

 ¡Changó! Padre mío: Mírame,
 protégeme. Aleja los malos pensamientos de mis enemigos,
 los malos espíritus, las malas vibraciones
y trae para mí y los mios alegría,
salud y prosperidad.
Recuerda que soy tu hijo (a)
 y que tu eres el dueño de mi casa!.



Yo conjuro los siete rayos de Changó por el nombre de Dios todopoderoso para que hagan temblar los corazones de mis enemigos.
Yo te conjuro, oh poderosa Santa Bárbara, para que tus ojos sean los míos, y mis ojos sean los tuyos. Haz que ninguna entidad maligna pueda llegar a mí, haz que tus rayos hagan temblar la morada de aquellos que me combaten, disuelve todo obstáculo.
Oh poderoso espíritu elemental de la tierra: combina tus fuerzas con las mías para que el poder del maligno se retire.

Amén.



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“Este es el conjuro real, para todos mis enemigos, en el portal de Belén nació mi Señor Jesucristo. Ante él he de conjurarlos. Si tuviesen ellos pactos con el diablo, oraciones al Justo Juez, credos al revés, misas negras, oraciones conjuradas al Ánima Sola, oración de los Cabrito Negros, que el Padre Eterno se las quite.

Yo los conjuro en el nombre del Padre, en el nombre del Hijo, y en el nombre del Espíritu Santo. Amén. Para que ningún mortal e inmortal, hombre o mujer nacido de la tierra puedan combatirme, porque yo llevo en mi alma la Santa Cruz bendita de mi Señor, y en mi poder este poderoso conjuro real, que me librará de mis enemigos. Amén.

Yo los conjuro y los reconjuro, cara a cara o a traición (fulanos) para que vengan mansos, humildes y arrepentidos, y que ninguno de ellos venga con la cruz del Padre Eterno; que sufran mis enemigos, como sufrió mi Señor Jesucristo: penas, patadas, bofetadas, lamentos y tormentos, como Jesús mío las sufrió. Yo los conjuro por el Dios de Abraham, el Dios de Jacob y el Dios de Isaac.

Con este conjuro los vuelvo a reconjurar, para que se vean negados de su principal y de toda la humanidad, como mi Señor Jesucristo se vio negado del apóstol San Pedro. Este conjuro vence todos las misas negras, credos y trabajos al revés, oraciones retornadas, trabajos tácitos y compuestos, y las demás oraciones conocidas y por conocer.


Cristo Paz, Paz Cristo, Paz, Paz. Amén. (Se le tiene que ofrecer una vela de color rojo al revés y un Credo).

Yo conjuro a los sietes rayos de Changó, por el santo nombre del Todopoderoso, para que hagan temblar los corazones de mis enemigos. Yo te conjuro, oh poderosa Santa Bárbara, para que tus ojos sean los míos, y mis ojos sean los tuyos. Haz que ninguna entidad maligna pueda llegar a mí, haz que tus rayos hagan temblar la morada de aquellos que me combaten, disuelve todo obstáculo.

Oh poderoso espíritu elemental de la tierra: combina tus fuerzas con las mías para que el poder del maligno se retire. Amén.